Han pasado dos meses desde mi última entrada, en la que contaba mi inesperado —que no indeseado— embarazo.
Desde entonces han ido pasando las semanas, las revisiones, los análisis, que parece que no hay semana que no tenga que orinar en un vasito o sacarme sangre, han aparecido los primeros síntomas e incluso se me empieza a notar un poco de tripa. Y poco a poco me lo he ido creyendo, que en agosto tendré un bebé.
He estado ausente todo este tiempo porque la verdad es que me daba pavor pensar que algo podía ir mal, que lo podría perder como tantos embarazos que no llegan al segundo trimestre, o que el feto podría tener algo mal y no ir adelante. Pero el primer trimestre ha terminado, las pruebas han ido bien y hasta me he hecho un test de ADN fetal que indica que no hay malformaciones. Por supuesto, esto solo elimina los riesgos más comunes, no estamos a salvo de todos los problemas, pero al menos ya estoy más tranquila. Ya me lo creo, y hasta hemos empezado a mirar cochecitos y muebles para el cuarto del bebé.
Así que retomo el blog, y poco a poco iré contando como han sido estas semanas, mis síntomas y las pruebas que me han ido haciendo. Tal vez sirvan de ayuda a otras madres primerizas, y espero que para dar ánimos a todas esas futuras madres que están pasando largos y penosos tratamientos de fertilidad, a las que he conocido en twitter y que son tan estupendas.
Hola! He descubierto tu blog gracias a un comentario que me has hecho tú en el mío. Espero que todo vaya genial, pues, por lo que veo, estás súper a puntito de ser mamá!!!!!
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.